Giuseppe, el reportero que fue a cubrir la noticia de la desaparición de un niño y acabó encontrándolo

Josephine y Leonard Tanturli son un matrimonio de apicultores que viven en una cabaña en un bosque de Mugello, en la Toscana. El lunes 21 de junio, como cada día, acostaron en su cama al pequeño Nicola, de 2 años, a las 7 de la tarde. El susto fue mayúsculo cuando, a medianoche, descubrieron que no estaba en su habitación. Denunciaron de inmediato su desaparición y el caso, que despertó gran interés mediático, tuvo en vilo a toda Italia y puso en marcha un operativo de búsqueda de nada menos que unas 500 personas.

Entre los numerosos medios de comunicación que acudieron a la zona a cubrir la noticia, se encontraba, como no podía ser menos, la RAI, la televisión pública italiana. El encargado de seguir esta información era el periodista Giuseppe Di Tommaso, que lleva 18 años trabajando en la cadena. Di Tommasso, de 43 años, estaba haciendo una reconstrucción de los últimos pasos que pudo haber dado el pequeño cuando la casualidad lo acabó convirtiendo a él en el otro protagonista de la historia.

Las autoridades locales llevaban un día y medio buscando, sin éxito, a Nicola. Mientras, Giuseppe iba en coche para grabar su videonoticia para la RAI y, de repente, se empezó a encontrar mal, así que detuvo el vehículo. Al bajarse empezó a oír unos gemidos que venían de un barranco que después se supo que tenía unos 25 metros de profundidad. Sin dudarlo, el reportero comenzó a gritar “¡Nicola, Nicola!” y pudo escuchar nítidamente que le respondían: “¡Mamá!”.

Llamó de inmediato a los carabineri, la policía italiana, que se mostraron cautos con el descubrimiento. “Me esperaba que fuese algún animal, pero sin embargo apareció la cabecita de Nicola entre los arbustos”, comentó a los medios de comunicación Danilo Ciccarelli, el carabinero que lo sacó del barranco. “Me llamó ‘mamá’ y me acerqué. Me abrazó enseguida”. Entre Ciccarelli y Di Tomasso sacaron al niño de allí; el primero bajó hasta donde se encontraba el menor y se lo acabó pasando a los brazos del segundo para poder subir la pendiente.

Aunque aparentemente solo tenía unos rasguños y un chichón, el niño fue trasladado en un helicóptero medicalizado a un hospital de Florencia. Eso sí, estaba bastante asustado y aturdido, como informaron las autoridades locales, pero por suerte no tenía lesiones graves, como pudieron confirmar más tarde en el centro hospitalario.

Giuseppe Di Tommaso, por su parte, ha pasado de cubrir la información a convertirse él mismo en noticia. Afortunadamente, lo hizo para contar lo que siempre se desea en estos casos: que el niño ha sido encontrado con vida y en buen estado. El pequeño Nicola, que ya ha recibido el alta médica, está en casa con sus padres. La pesadilla que han vivido ha acabado, por suerte, con final feliz.