La aventurera vida de Steve Irwin, el ‘Cocodrilo danndee’ australiano que murió por la picadura de una mataraya
Se hizo famoso en todo el mundo gracias a su serie ‘El cazador de cocodrilos’


Su legado sigue vivo gracias a la Fundación Wildlife Warriors en la que están involucrados sus hijos y su mujer
© GettyImagesSteve Irwin se pasó la vida rodeado de criaturas salvajes. Peligrosos animales para el común de los mortales que a él no le daban miedo: le generaban un sentimiento de cariño absoluto. A pesar de convivir con el riesgo de forma, casi, permanente, no fueron los cocodrilos los que escribieron el punto final de su historia.
El 22 de febrero de 1962 la familia Irwin daba la bienvenida a Stephen Robert en Upper Fern Tree Gully (Victoria, Australia). El pequeño llegaba a un núcleo en el que el amor por los animales marcaba el día a día. No es de extrañar, por tanto, que la vida silvestre le conquistara desde niño aunque lo que más le atraían eras las especies que, por unas u otras razones, estaban entre las más peligrosas.
Aquello no amedrentaba a Steve: a los seis años capturó su primera serpiente venenosa y a los nueve luchó contra un gran cocodrilo bajo la atenta mirada de su padre. Continuó el legado de sus progenitores cuando, en 1991, se hizo cargo del zoológico familiar ‘Beerwah Reptile and Fauna Zoo’ (actualmente conocido como ‘Australia Zoo’) ubicado en el estado de Queensland.

‘El cazador de cocodrilos’
Al mismo tiempo, creó la serie El cazador de cocodrilos, que llegó a 130 países. Se trataba de un conjunto de documentales que le hicieron famoso en todo el mundo, le proporcionaron ingresos suficientes para convertirse en millonario y una serie de reconocimientos (entre los que estaban los del gobierno australiano) por sus diversas contribuciones.
En aquella época (1992) contrajo matrimonio con Terri Raines, una bióloga con quien tuvo dos hijos: Bindi Sue y Robert Chance. Tal era la afición por los animales de la pareja que su luna de miel consistió en cazar cocodrilos, una aventura que, a la postre, acabaría convirtiéndose en el primer capítulo de la serie El cazador de cocodrilos.

Su legado
A pesar de pasarse la vida rodeado de estos reptiles y de haber sufrido importantes lesiones, fue una raya la que acabó con la vida de Steve Irwin el 4 de septiembre de 2006. El australiano había puesto rumbo a la Gran Barrera de Coral para grabar uno de los documentales de su nueva serie: Ocean’s Deadliest (‘Criaturas mortales del océano’).
El objetivo era captar una enorme raya de dos metros y medio de ancho. Tras obtener varias tomas, Steve insistió en filmar una más sin saber que sería la última de su vida. El animal no se alejó, se giró y le clavó su aguijón en el pecho varias veces: en una de ellas le perforó el corazón. Nada pudieron hacer por él los servicios de emergencia. Irwin ya no está, pero su legado sigue vivo a través de su mujer e hijos que con la Fundación Wildlife Warriors siguen su lucha para preservar el medio ambiente.
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