El secreto del pelo de Donald Trump (revelado por su doctor)

Durante muchos años se cuestionó su autenticidad y se rumoreó que era un peluquín. Pero no. El cabello del presidente estadounidense, Donald Trump, es auténtico y tras su lustre hay un secreto que ahora ha revelado el que durante muchos años ha sido su doctor, Harold Bornstein.

El médico ha contado a 'The New York Times' que detrás de la salud del pelo del millonario neoyorquino está un medicamento que se utiliza para problemas de próstata denominado finasteride, que estimula el crecimiento del cabello.

Además de reducir los niveles de antígeno prostático, el fármaco, que se comercializa como Propecia, sirve para tratar la alopecia androgénica, la más frecuente por la que los hombres (y también las mujeres) pierden su pelo.

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Es España, se puede adquirir tanto la marca como un genérico y el precio varía según la marca y la presentación. Eso sí, en cualquier caso, es necesario que lo recete un dermatólogo para poder adquirirlo en las farmacias y la posología es de un comprimido cada 24 horas.

Harold Bornstein lleva 36 años siendo médico de Trump, lo que significa que ha estado a su servicio más de media vida (el presidente de Estados Unidos tiene 70 años) y lo conoce muy bien. Además, presume de que es la única persona en Estados Unidos que tiene los números de teléfono directos -todos- tanto del presidente como de toda su familia, "más que el Servicio Secreto", bromea.

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Según ha dicho, "todo el pelo de Donald Trump es suyo". Cosa que también se ha puesto en duda porque también se especuló con la posibilidad de que se tratase de implantes capilares, después de que él demostrase, en diversas apariciones públicas, que no usa un peluquín. Para demostrarlo, pidió a otra persona que comprobase que su cabello no era postizo, como puede verse en este vídeo:

El médico de Trump no solo le receta Propecia a su cliente más célebre, sino que confiesa que es un fan total del preparado, que incluso se administra él mismo. "Y también conservo todo mi cabello", apostilla el doctor, que tiene 69 años, casi la edad del presidente.

Así pues, al margen de si la longitud o el estilo de su peinado son más o menos discutidos y/o discutibles, lo que queda definitivamente claro es que Donald Trump debe la fortaleza y el lustre del cabello a un fármaco, que, a la vista está, da buenos resultados.