La historia del estadounidense contagiado de coronavirus en el reino de Bután al que el Rey prestó su ayuda
El jubilado, de 76 años, había viajado hasta el llamado ‘reino de la felicidad’ para celebrar que había superado un cáncer


Este reino del Himalaya del tamaño de Aragón, encajonado entre los gigantes chino e indio, ha logrado salvar a sus ciudadanos de la pandemia mundial
© GettyImagesSi hasta hace tan solo unas semanas, el reino de Bután podría presumir de ser uno de los rincones más felices del planeta, ahora también puede vanagloriarse de ser una de las zonas del mundo libre del coronavirus. Y todo gracias a la gestión llevada a cabo personalmente por su rey, Jihme Khesar. Fue a principios de marzo cuando se detectó allí el primer caso de Covid-19 en un turista estadounidense, un jubilado de 76 años natural de Maryland llamado Bert Hewitt, quien había viajado hasta este lugar del Himalaya junto a su mujer para celebrar que había vencido al cáncer. Sin embargo, unos fuertes dolores de estómago acompañados de una gran fatiga le llevaron hasta el hospital donde tras realizarle un test en el que dio positivo.

Tras conocerse el caso, el único del país, el matrimonio fue aislado en hospital de Thimphu, la capital del país, así como las 73 personas que habían tenido contacto directo con la pareja y otros 225 que habían tenido contacto indirecto y que recibieron instrucciones para aislarse en sus domicilios. Una vez en el centro médico, el matrimonio no solo recibió la atención de los sanitarios, sino también los cuidados de su rey, que se encargó de que se sintieran lo más cómodo posibles enviándoles unos pijamas y sábanas de seda y estando informando de su evolución. “Era encantador, muy solícito y amable”, ha declarado la mujer de Hewitt, Sandi Fisher, al Washington Post.

Sin embargo, tras más de diez días ingresado, su estado comenzó a agravarse y el rey de Bután decidió prestar uno de sus aviones medicalizados para trasladarlo de vuelta a Estados Unidos. Tras más de 30 horas de viaje, Hewitt ingresaba en el Centro Médico Universitario de Baltimore, tras algo más de dos semanas con un respirador, esté jubilado estadounidense comenzó a recuperarse. Hewitt dijo que un médico le comentó tras despertarse “lo que sea que intentaron en Bután probablemente te salvó la vida”.
La mujer de Hewitt también dio positivo en coronavirus, pero permaneció asintomática. Ella fue el único caso cercano a su marido afectada ya que ni el guía ni su conductor en Bután resultaron contagiados. Tampoco ninguna de las personas que tuvieron contacto con el matrimonio durante su viaje. La semana pasada, Hewitt pudo completar su antigua rutina de ejercicio diaria: una caminata de ocho kilómetros subiendo y bajando colinas en el bosque al lado de su casa.
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