Una mujer localiza en Australia a su hijo 66 años después de que se lo arrebataran al nacer
Ha encontrado también a su nieta, una mujer de 43 años que sorprendentemente buscaba a su padre


Issy Carr se ha reencontrado con su hijo 66 años después de que se lo arrebataran en el paritorio
© UnsplashLa británica Issy Carr tenía 20 años cuando le arrebataron a su bebé nada más darlo a luz. Sus padres lo dieron en adopción porque ella no estaba casada, lo que podía suponer un estigma para toda la familia en aquella época, la década de los 50. “Le quise enseguida y le llamé George”, explica Issy en el Daily Mail. Sin embargo, ni siquiera le permitieron ver la cara de su pequeño y, mucho menos, cogerlo. “Se lo llevaron rápidamente y nunca más lo volví a ver”. Ahora, a sus 86 años, se ha reencontrado con su hijo, que vive en Australia y es ya abuelo de una niña.
This adorable tale is our fave of the week...
— SWNS Leeds (@SWNSLeeds) July 23, 2021
A mum forced to give up her newborn baby for adoption 66 years ago has found him on the other side of the world thanks to a DNA search 💕
Issy Carr, 86, also discovered she has a long-lost granddaughter! pic.twitter.com/BEfJPjXEZN
Asegura que nunca perdonó a sus padres por lo que hicieron y que comenzó a buscar al bebé en cuanto salió del hospital, pero no obtuvo éxito. El paso del tiempo no logró que cicatrizara la herida en el corazón de Issy, que nunca cejó en su empeño de dar con George; así, cuando supo de la existencia de bancos mundiales de ADN, lo vio como su gran oportunidad. Esta nueva vía pronto dio resultado.
Su sorpresa fue mayúscula cuando supo que su muestra era compatible con la de una mujer australiana de 43 años: se trataba de Kym Carthew y buscaba a su padre. ¡Había encontrado a su nieta! “Me ha encantado encontrar a mi abuela”, dice Kym en el mismo medio. “Ha sido algo tan inesperado…”
Las dos continuaron con la búsqueda y, juntas, fue mucho más fructífera. Descubrieron que la familia adoptiva puso otro nombre a George (lo llamaron Keith) y se mudaron con él a Australia. Dieron, además, con una dirección, a la que Kym acudió acompañada por su marido, Jamie. Llamaron a la puerta y les abrió un hombre; le preguntaron por su fecha de nacimiento y si había tenido un nombre anterior. Las respuestas coincidían con los datos aportados por su abuela, de modo que Kym no le dio muchas vueltas y le soltó: “Soy tu hija”.

“Al parecer, casi se cae al suelo”, relata Issy. Más aún cuando comenzaron a hablar y le explicó que había encontrado a su madre biológica. No ha podido verlos en persona todavía a causa de las restricciones por el COVID que hay en Australia, pero han hablado varias veces e incluso han celebrado por videollamada el cumpleaños de George.
Los tres están felices. “Él es mi viva imagen y su hija es preciosa”, comenta exultante Issy. “He descubierto que tenemos mucho en común y un sentido del humor muy similar” y hasta tienen un gato al que han puesto el mismo nombre, Bonnie. Mientras, George y Kym están deseando poder viajar al Reino Unido para abrazar a su madre y abuela. Una historia con final feliz con la que Issy ha recuperado la sonrisa, a pesar de que nadie le podrá devolver nunca los años que se perdió en la vida de su hijo.
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