Así fue como una petición de su novia salvó a Erik del terrible derrumbe en Miami
Asegura que le pedirá matrimonio porque, en medio del dolor por el fatal destino de sus vecinos, sobrevivir a la tragedia es para él un nuevo comienzo


Fernanda, la novia de Erik, insistió para que él no regresara a su casa justo la noche en que se derrumbaría
© GettyImages/Captura de pantalla de CNNErik De Moura había ido a casa de su novia, Fernanda Figueiredo, a ver el partido entre Brasil (su país de origen) y Colombia de la Copa de América junto a otros amigos. Cuando terminó, se dispuso a irse a su apartamento, en el décimo piso de Champlain Towers South de Miami. Al día siguiente tenía un compromiso profesional a primera hora y le venía mejor estar en su casa. Así lo habían hablado previamente, pero justo cuando estaba a punto de salir por la puerta, algo impulsó a Fernanda para impedirle que se marchara.

“Fue inusual porque sabía que tenía muchas cosas que hacer a la mañana siguiente”, ha comentado la propia Fernanda en ABC World News Tonight. Pero algún motivo le llevó a convencerlo para que no se marchara. Afortunadamente, Erik le hizo caso y optó por madrugar para que le diera tiempo a organizarlo todo de cara al día siguiente.
Cuando sonó el despertador, a las 5:30, se levantó de la cama y lo primero que hizo fue mirar el móvil. Sin duda, algo había ocurrido. Tenía decenas de notificaciones de amigos y conocidos que le preguntaban si estaba bien. Asustado, llamó a una de las personas que le habían escrito, una mujer que trabajaba en el edificio. Fue ella quien le dio la fatal noticia: “el edificio se ha derrumbado”.
“Estás medio despierto, medio dormido, y alguien te dice que tu casa se ha derrumbado. ¡Un edificio en Miami!”, comentó De Moura a la CNN. “Simplemente no te lo crees”. Con “la piel de gallina” y el corazón a mil por hora, se vistió y salió corriendo hasta lo que había sido su casa durante los dos últimos años.

Aún en estado de shock por el terrible incidente, tiene una gran mezcla de emociones. Por un lado, se siente afortunado por estar vivo, pero por otro siente un gran pesar por todas las personas fallecidas y desaparecidas. “A algunos de ellos los veía todos los días”, comenta, “no son familia, pero veíamos a esas personas todos los días”.
Fernanda, por su parte, no para de llorar y piensa sobre todo en que él “podría haber estado allí”. “Definitivamente hay mucho dolor en este momento”, confiesa Erik. “Estoy muy agradecido por estar vivo, pero muy triste por la tragedia” en la que ya se han contabilizado al menos 18 personas muertas y 145 desaparecidas. En medio de esta mezcla de sentimientos, ha logrado sacar una sonrisa y asegurar que, puesto que estar vivo es para él un milagro que debe a su novia, va a comprarle un anillo de compromiso. Sin duda, el comienzo de una nueva vida, completamente diferente, para Erik y Fernanda.
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