Churros y bailes virales: así es la exitosa jubilación de este español en Tailandia

Cuando Javier Arce decidió prejubilarse, dejó atrás su Cantabria natal para recorrer el mundo. Una aventura que le llevó a conocer múltiples países y a enamorarse de uno de ellos. Al regresar a casa sentía que una parte de él se había quedado allí y después de hablarlo con su familia puso rumbo a Asia para emprender un castizo negocio. Así es la exitosa jubilación de este español en Tailandia gracias a los churros.

En 2019, el protagonista de esta historia escribió el punto final a su carrera profesional en la banca. Ahora, dos años después de aquello, se ha convertido en un empresario de éxito en su retiro dorado: el norte de Tailandia. Se estableció en Chiang Mai, desde donde está expandiendo la gastronomía española: consciente de que los platos patrios suelen conquistar a todo aquel que los prueba, montó una churrería premium.

En Tailandia, Javier solo conocía un sitio en el que se vendiera este tipo de comida y no se parecía a la versión española, así que se decantó por la tradicional receta de harina, agua y sal. Sin embargo, los tailandeses no comen los churros con azúcar o mojándolos en chocolate y tuvo que adaptarse a los gustos locales.

Churros picantes

Comenzó con dos versiones (unos dulces con canela y otros picantes), pero ha ido ampliando las opciones disponibles. Ahora en la carta también los hay rellenos de chocolate o crema, acompañados de queso y una crema típica de Tailandia o los que elabora de la mano de Godiva. La conocida marca se ha asociado con Javier para ofrecer un híbrido entre un churro y un perrito caliente acompañado del citado dulce y fresas.

Churro Mai abrió sus puertas a mediados de noviembre y desde entonces ha sido todo un éxito a pesar de que el escenario creado por la pandemia no era el mejor. Una de las claves de este triunfo es su pareja: Ying Oiha. Ella es la que se encarga de patrocinar la marca en redes sociales y, más concretamente, en TikTok, donde sus vídeos vendiendo churros a sus clientes se han convertido en todo un fenómeno. ¿La razón? Los bailes con los que acompaña al entrega son de lo más singular.