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19 de Mayo 2020 / 15:46 CEST - LAURA ROBAYNA
Tras dos meses separado de su abuela, Antony Cauvin, un británico de 29 años, decidió darle una sorpresa el pasado viernes. No solo acudió a su domicilio sino que también ideó unas nueva forma de poder abrazarla reduciendo el riesgo de contagio por coronavirus. Emulando a una profesora estadounidense, hizo cuatro agujeros a distintas alturas de una cortina de ducha en los que colocó mangas de plástico. Su abuela metió los brazos, también resguardados con guantes, en los agujeros inferiores. Él, en los superiores. Con la protección que le ofrecía la cortina, ambos se fundieron en un fuerte abrazo. “Te separas de él… ¡y ya está listo para la próxima persona!”, dice el protagonista del vídeo. Pero cuidado: para evitar aún más los contagios, la cortina se debería desinfectar después de cada uso. Aunque no sea una medida perfecta, el ingenio de Anthony ha sido aplaudido por los usuarios de las redes sociales.
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