Federica de Mecklemburgo: ¿quién fue la tatarabuela de la Reina Sofía?
Con su tercer matrimonio se convertiría en la primera soberana consorte de Hannover


Federica de Mecklemburgo no estaba destinada a convertirse en Reina, pero se ciñó la corona de un nuevo reino, Hannover, tras su tercer matrimonio
© Wikimedia CommonsDesconozco si un día se imaginó que su nombre perduraría hasta nuestros días en la realeza española en una de las influencers emergentes del panorama social. La popular Victoria Federicano solo ha heredado el nombre de esta ilustre antepasada, sino que, parece, también su afición a los estilismos y la presencia pública.
Como ella, Federica de Mecklemburgo no parecía destinada a convertirse en Reina, pero por avatares del destino, llegó a ceñirse la corona del nuevo Reino de Hannover, creado como consecuencia de la reordenación de la Europa napoleónica y una vez que se hubo disuelto la unión personal con Reino Unido. Su bisnieta, Federica de Hannover, fue Reina de Grecia y a su vez, madre de nuestra emérita. De ahí el nombre que se ha mantenido, hasta la fecha, en muchas generaciones de la dinastía.

Federica nació en la ciudad alemana de Mlheim en 1778. Era la quinta de las hijas de Carlos II de Mecklemburgo (Pomerania occidental) y de su primera esposa, princesa de Hesse-Darmstadt, de la que heredó el nombre. Solo dos años antes de su nacimiento, su padre había sido elegido gobernador general de Hannover, por entonces y desde la muerte sin descendencia de Ana de Inglaterra en 1714, un estado en la Baja Sajonia aún asociado al trono británico por unión personal con la corona.
El Rey Jorge III de Reino Unido, con el que perderían las colonias americanas, estaba casado con Carlota de Mecklemburgo, hermana de su padre, y fue ella quien influyó en el soberano para esta designación.
La joven Federica creció en el Castillo de Broich en los días en los que las ideas de la Revolución Francesa empezaban a amenazar con un cambio en el orden político y guerras continuadas. La joven contrajo un primer matrimonio en 1793 en el Palacio Real de Berlín con uno de los hijos de Federico Guillermo de Prusia, con el que tuvo tres hijos. Pero éste murió de difteria cuando no había cumplido aún los veintitrés años.

Ella, dulce y seductora, conoció a un arrogante general prusiano con el que quedó encinta. Rápidamente se arregló el enlace y en 1798 contrajo un segundo matrimonio. Llegó a alumbrar siete vástagos más durante el tiempo que duró su unión, aunque no fue un matrimonio feliz. Los excesos con la bebida del marido le llevaron a perder sus responsabilidades en el Ejército y, quizá también, a su muerte prematura. Era el año 1814 y Federica volvía a estar viuda y con varios hijos a sus espaldas.
En esos días Napoleón acababa de ser vencido por una coalición de países que llevaban meses batallando contra el corso. Con el Emperador en el exilio y en la Europa del Congreso de Viena, Hannover fue elevado a la condición de Reino. Quizá por eso, la hija del antiguo gobernador sería elegida para contraer matrimonio, el tercero para ella, con el octavo de los hijos varones de Jorge III de Reino Unido, Ernesto Augusto, Duque de Cumberland.

Se casaron por poderes en Neustrelitz (hoy Alemania) en 1815, pese a tener en contra a su suegra -y también tía- que veía con reticencias el pasado amatorio de su nueva nuera. La ceremonia formal de matrimonio se celebró en Londres, en Carlton House, residencia real hoy desaparecida, tres meses después.
Hannover siguió unido a la corona británica durante los reinados de Jorge IV (padre de la Reina Victoria) y Guillermo IV. Ambos eran hijos de Jorge III y hermanos de Ernesto Augusto, por lo que a la muerte de Guillermo IV, sin descendencia y al heredar el trono del Reino Unido su sobrina la Reina Victoria, y dado que en territorio hannoveriano existía una ley sálica que impedía acceder al trono a las mujeres, terminaba la “unión personal” entre ambos territorios: Ernesto Augusto y Federica se convertía en Reyes de Hannover en 1837. Desde entonces Hannover y Reino Unido tendrán diferentes Casas Reales.
El matrimonio tuvo un hijo, Jorge, y se trasladó a Europa. Al poco de llegar Ernesto Augusto I anuló la constitución liberal vigente en el reino y gobernó como un monarca absoluto. Solo aceptó una Constitución tras el triunfo de las Revoluciones liberales de 1848, aunque por esa fecha ya había perdido a su esposa. Federica falleció cinco años antes en la que era su residencia de verano, el Palacio de Herrenhausen. Era el 29 de junio de 1841.
noticias relacionadas
Últimas noticias
- El ‘top 10’ de las estancias más extrañas y maravillosas del mundo
- La honradez por montera: compra un mueble de segunda mano, encuentra 150.000 euros en él y… ¡los devuelve!
- La española Carola García Vinuesa y su logro al demostrar que ‘la peor asesina de Australia’ es inocente
- Trucos para escribir más rápido en el ordenador