Marina Abramović, la reina de la ‘performance’, reconocida con el Premio Princesa de Asturias de las Artes
El jurado destaca de ella su ‘adhesión a la vanguardia’ a través de experiencias que ‘la convierten en una de las artistas más emocionantes de nuestro tiempo’


Marina Abramović ha sido reconocida con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2021
© GettyImagesLa artista serbia Marina Abramović, de 74 años, ha sido reconocida con el Premio Princesa de Asturias de las Artes 2021. El jurado ha valorado su “valentía” en “la entrega al arte absoluto y su adhesión a la vanguardia que ofrece experiencias conmovedoras y que reclaman una intensa vinculación del espectador y la convierten en una de las artistas más emocionantes de nuestro tiempo”. Su obra “es parte de la genealogía de la performance, con una componente sensorial y espiritual anteriormente no conocida. Cargado de una voluntad de permanente cambio, su trabajo ha dotado a la experimentación y a la búsqueda de lenguajes originales de una esencia profundamente humana”.

Explora, con su arte, “los límites del cuerpo y la mente” a través de performances arriesgadas y complejas en una constante búsqueda de libertad individual, tal y como señalan en la Fundación de los Premios Princesa de Asturias. Abramović comenzó su carrera en los años 60, al tiempo que estudiaba en la Academia de Bellas Artes de Belgrado (1965-1970), formación que completaría después con un postgrado en la Academia de Bellas Artes de Zagreb.
A mediados de los 70 se trasladó a Ámsterdam, donde conoció al también artista de performances Uwe Laysiepen, Ulay, con quien comenzó a colaborar y a explorar los conceptos de ego e identidad artística, así como el deseo del individuo por los ritos y sus respectivas tradiciones culturales. Marina y Ulay se vestían como gemelos y entablaron una relación de completa confianza mutua. Una de sus actuaciones estelares fue The Great Wall Walk, una especie de viaje espiritual que acabaría poniendo fin a su relación. En esa performance, los dos caminaron por la Gran Muralla china, comenzando cada uno de ellos en extremos opuestos con el objetivo de unirse en el medio y darse un último abrazo.
Ya en solitario, presentó en 1997 la pieza Balkan Baroque en la Bienal de Venecia, por la que recibió el León de Oro a la mejor artista. En el año 2010, el MoMa de Nueva York dedicó una gran retrospectiva de la obra de Abramović que incluía desde grabaciones en vídeo de los 70 a fotografías y documentos, pero que también ofreció la performarce más larga de la artista hasta el momento y que consistió en 716 horas y media sentada, sin moverse, frente a una mesa en el atrio del museo.
Dos años más tarde se estrenó un documental sobre esta retrospectiva, que fue galardonado con el Premio del Público al mejor documental en el Festival de Cine de Berlín. De aquella experiencia surgió, además, la idea para crear el Marina Abramović Institute (MAI), un centro de arte situado en Hudson (Nueva York) en el que tienen lugar todo tipo de actos culturales relacionados con la performance y con el arte contemporáneo en general.

El jurado de este premio, que se ha reunido de manera telemática debido a la pandemia de la COVID-19, estuvo presidido por Miguel Zugaza Miranda e integrado por José María Cano de Andrés, María de Corral López-Dóriga, Dionisio González Romero, Blanca Gutiérrez Ortiz, Sergio Gutiérrez Sánchez, Lucas Macías Navarro, Ricardo Martí Fluxá, Fernando Masaveu Herrero, Hans Meinke Paege, Helena Pimenta Hernández, José María Pou Serra, Sandra Rotondo Urcola, Benedetta Tagliabue, Patricia Urquiola Hidalgo, Tadanori Yamaguchi, Aarón Zapico Braña y Catalina Luca de Tena y García-Conde, marquesa del Valle de Tena (secretaria).
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